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Noemi Trejo, promotora del Centro de Capacitación Especial, explicó que la alfabetización en las personas con limitación visual es un proceso al que deben integrarse docentes, familiares y estudiantes.
La finalidad de esta capacitación, es que estas personas se integren al sistema de educación regular.
Al salón de grandes ventanas, piso de cemento y techo de eternit, propiedad de la Federación de Ciegos, poco a poco van llegando los docentes, alumnos y familiares a recibir clases.
Tania Perugachi, madre de Darlín Tupiza de 7 años, quien tiene ceguera desde que nació, residen en San Blas en Urcuquí, desde hace dos años acude a recibir instrucción en el programa de alfabetización.
Ella cuenta que fue difícil aceptar la deficiencia de su hijo, pero logró superar y buscó ayuda para que Darlín vaya a la escuela y aprenda a leer y escribir. “Me recomendaron este lugar, gracias a los maestros ya sabemos el sistema Braille y otras actividades que debemos utilizar en la vida diaria”, expresó mientras con el punzón escribe la lección que Franklín Ponce, educador comunitario le dicta.
En el otro extremo de la habitación está su hijo Darlín, donde la maestra Lucía Montalvo, le enseña a sumar, para lo cual utiliza un ábaco especial. En ese mismo lugar están Haider Carlosama, de 8 años, Melany Guamán, de 8 años y Milton Solano, de 17 años, cada uno de ellos realiza una actividad diferente, guiados por Lucía.
A la falta de espacio en este mismo cuarto funciona el comedor y la cocina donde los familiares junto a Noemi Trejo, preparan el almuerzo que al medio día se sirve a todos los asistentes. En otro extremo funciona un pequeño laboratorio de computación. Milton Solano, cursa el cuarto curso común en el colegio Mariano Suárez Veintimilla; él explica que las personas ciegas para usar una computadora lo hacen a través del sistema JAWS, un software lector de pantalla.